Odisea en el lodo

Buenas tardes, son las 15,40 de la tarde, estamos tumbados en la residencia, no sé cuanto hemos comido, es imposible dormir una siesta de esas que ahora estaríamos echando en España.
Verano del 2009 en Nicaragua, os pongo en situación, 38 grados en los termómetros y esta mañana nos hemos ido a correr Sergio y yo mientras Óscar se duchaba y nos esperaba para dar una vuelta hasta Casa del Protocolo. Él llegó antes que nosotros y, estaba cerrada, estos días son lo que tienen. Mientras nos hemos duchado y arreglado, Óscar fue a casa de las chicas a esperarnos. Estuvimos viendo todas las fotos del Caribe y fuimos a comer.
Desde el miércoles os debemos una crónica, en eso estamos de acuerdo. El día de mi cumpleaños, amanecimos pronto, las chicas nos despertaron, como ha sido normal en ellas durante estos días, a base de gritos, cuál vendedoras de la zona, ducha, desayuno y en marcha. Fuimos hacia otra parte de la laguna caminando por entre colonias pequeñas hasta que llegamos al rancho que queríamos. Nos instalamos y para el agua,
En tierra había un grupo de individuos bastante pesados que hicieron que las chicas no se sintieran cómodas y nos tuviéramos que ir, de vuelta paramos en un embarcadero, hasta la hora de comer. De menú, como no, pollo y arroz, esta vez ¡con frijoles y todo!
Una vez comimos volvimos para el hotel del señor Wesley. La siesta aunque se hiciera esperar fue siesta y tras ella ducha y al bar del madrileño donde por fin me cantaron el cumpleaños. Tomamos unas Toñas y nos fuimos a cenar a un sitio peculiar de verdad, lo nunca visto, una especie de restaurante chino que estaba pegado pared con pared con la iglesia del lugar y cuyos cánticos nos alegraban aún más la cena. El chopsuey estaba la verdad muy bueno y al día siguiente volvimos a ir. Unos cuantos fuimos a dar una vuelta los poquitos bares del pueblo hasta que nos asentamos en unas mesas de uno.
En esa terraza se nos acopló a las espaldas un albañil borracho del lugar bastante pesado, era ex-futbolista internacional, arquitecto titulado por la Universidad de Memphis pero a él le gustaba más hacerse llamar albañil por que le encantaba estar rebozado con cemento. Nuestro experto en relaciones internacionales con ebrios, Sergio, se encargó de charlar con él. En ese bar todo iba muy bien hasta que irrumpió un hombre tan grande casi como mi hermano Ricardo, sin camiseta, sudado, con una cara de loco que para qué y un machete como las piernas de Óscar en la mano, Se hizo el silencio y se quedó mirando a todos con ganas de no sé qué, mejor ni pensarlo, hasta que se fue. Con eso nos fuimos a la cama, bastante cansados y con ganas del plato fuerte de la semana, el Jueves.
Pronto arriba, como no con gritos, bañador y toalla a cuestas, nos fuimos a desayunar y a comprar comida para comer en el Mar Caribe. Tomamos una panga, (cayuco con motor), no más, bueno si, unos salvavidas que no nos pusimos e hicimos un recorrido precioso de casi una hora y media,
¿El mar es azul? Pues no lo sabemos la verdad, casi verde o incluso a veces transparente después de lo visto. En clase lo pintaremos azul pero no sabemos si lo haremos bien.
Alguna ilusa hasta nos quiso hacer creer que el Mediterráneo por Gandia era así, de ese mismo color, tendremos que ir en verano a comprobarlo un fin de semana.
Llegamos al cayo elegido para pasar el día. Esta isla es de unos holandeses que se la han apropiado por un puñado de dólares también incluso más grande que el de mi hermano
Lo más bonito del mundo decían, pues no sé, creo que no pero de momento lo más bonito que nosotros tres hemos visto en nuestras vidas. No os penséis eh que es incluso más bonito que Estiche y la redolada. Una lástima no poder haber visitado la isleta en otro tiempo pues aquí se reproduce la mayor población de tortugas de la zona y es por los que nos decían los que cuidaban la casa de la isla espectacular.
El chef, se marcó unos bocadillos también dignos del lugar en donde nos encontrábamos, atún, tomate y queso, mal entraron sabéis. Pasamos medio día rodeando como Joselito, Karmele Marchante y demás fauna televisiva(no hace falta decir quién es quién), la isla y encontramos cangrejos más veloces que Messi (nos fue imposible pillarlos) algún pez y un montón de conchas preciosísimas. Además de unos books de fotos dignos de modelos de Cibeles. Después de comer coco como para hacer dos docenas de yogures de Danone, nos volvimos para nuestro centro de operaciones a descansar.
El viernes amanecimos otra vez como de costumbre pronto, es imposible dormir mucho por aquí, nos encorren. Realizamos un tramo del viaje en panga, desde Laguna de Perlas al Rama en donde al ser viernes santo no había autobuses y tuvimos que fletar un autobús expreso. Pagamos más dinero para que el bus saliera a las 14 en vez de las 16 y poder llegar a Managua sobre las 7 y así poder montarnos en otro bus regular desde la capital hasta León pero la cosa se complicó ya desde muy temprano.
Casi cuando llegábamos al Rama la panga se paró y nos tuvieron que venir a remolcar. El viaje ya de por sí había sido movidito pues íbamos a unos cien kilómetros por hora y no había pocas curvas, imaginaos tomar una curva cerrada a esa velocidad, malabarismos. Nos montamos en el bus, pagamos 200 Córdobas para que nos llevara antes y sin hacer ninguna parada y el conductor hizo lo que buenamente pudo y quiso.
A escasos 40 kilómetros de la capital y cuando circulábamos cerca de otra laguna en la que se había originado un incendio el bus se lleno de humo por el incendio y por que el motor dijo basta. Nos habíamos quedado tirados y sin poder de momento llegar a nuestro destino esa noche. El conductor nos dijo que debido a las fechas en las que nos encontrábamos se demoraría una hora más o menos el bus que nos recogería. Cuando ya iba a llegar el bus cayó la gota que colmó en vaso. Un camión sin luces y bastante rápido estuvo punto de chocar con nuestro autobús y ahí si fue cuando ya nos empezamos a poner un pelín nerviosos pues en Managua doce turistas españoles con maletas a las 10 de la noche, ustedes me dirán.
De ahí el título del blog. Cuando la gente vio que nos habíamos quedado tirados empezaron a aparecer los usureros, todo el mundo quería sacarnos el dinero a base de bien escudándose en que era viernes santo y que éramos turistas.
Les cuento, el viaje de Managua a León cuesta 40 Córdobas y era lo que nosotros habríamos pagado si el bus hubiera llegado a la hora prevista. De esta forma, el bus se retrasó y a esa hora no se podían agarrar más buses pues no habían. Nos ofrecieron 400 dólares, 200.. hasta que un señor del mismo autobús nos ofreció después de ver las salvajadas que nos pedían por el trayecto llamar a su jefe que trabajaba en otra línea para ver si era posible llevarnos sin licencia, pues carecían de ella para esa parte del país. Nos arreglamos por 100 dólares siendo que en realidad costaba unos 440 córdobas es decir, alrededor de 22 dólares, unos 200 córdobas por cabeza.
Unos diez minutos antes de subir al furgón nos quisieron subir 20 dólares más en total.
Llegamos a León entorno a las 23,30 de la noche, ducha y a dormir, llevábamos desde las 7,30 de transporte en transporte.
Por lo que hemos visto este mediodía, las temperaturas por allí bastante malas y en la carretera alrededor de treinta muertos quedando lo más duro, la vuelta.
Nosotros estamos muy bien, muy morenos y muy a gusto, esta noche nos vamos para la playa que hay un evento de los buenos, de los que requieren nuestra presencia, ya os contaremos.
Que envidia os tengo a todos los que vayáis de romería el lunes, sobre todo a los que anden por Terreu, el río o cualquier caseta.
Nada, que acabéis bien las vacaciones..
Besos y abrazos para todos: desde la cofradía belenista de Monzón hasta a Orange o el ayuntamiento de Valencia pasando eso sí por todos los que leéis esto. Queremos más fans.