Finde en Ometepe

Domingo, 19 de abril de 2009, León Nicaragua.
Escribo esto desde la cama de la residencia, mis dos escuderos están cenando.
Yo con todo lo que he comido hoy, me veía incapaz.
Bueno, empezaré por el final que me gusta y me acuerdo más. Fin de semana de turismo, otro más. Esta vez tocó la isla de Ometepe, situada en el lago Cocibolca y secundada por dos volcanes, el de Concepción y el de Maderas de 1610 y 1994 metros respectivamente. Partimos desde León a Managua a las 7,30 de la mañana y alrededor de las 9,00 llegamos. Allí como es habitual nos empezaron a atosigar multitud de chóferes y demás farándula que rodea a los transportes de las estaciones de estas ciudades que solo hacen que engañarte para que te subas a sus vehículos, sea cual sea tu destino. Conseguimos entrar una vez superados los agobios a un bus que nos llevaría hasta el muelle de San Jorge para coger un ferry hacia Ometepe.
A la 13,00 de la tarde y después de marearnos un poco en la barcaza esa que parecía una golondrina del Delta del Ebro pisamos tierra de nuevo y aparecieron como no, los hurones de las furgonetas. Cerramos el trato, racaneando más que ellos por un día, en 8 dólares. Resulta, que casualidad, que el de la furgoneta también sabía de un buen restaurante de un primo suyo y además de eso hacía tours por la isla. Vamos un hombre trabajador donde los haya. Comimos y nos fuimos para el Hotel Charco Verde. El lugar, como nos suele ocurrir cuando Marisol nos recomienda, muy bonito. Un poco caro en relación con los lugares en donde nos solemos hospedar pero la verdad es que no nos podemos quejar de nada. Cuando nos situamos y nos pusimos los bañadores como no pasamos por el bar a familiarizarnos con los lugareños, nos tomamos una toña y fuimos a dar una vuelta por la reserva natural. En el paseo, nos bañamos, en una laguna muy bonita y vimos por fin monos salvajes, no veáis la ilusión que nos hizo ahí despiojándose los uno a los otros. Una lástima que la cámara nos aguantara poco más.
Después del paseo, baño en el lago, ducha y a cenar. El sábado amanecimos muy pronto y nuestro amigo el chofer pluriempleado ya estaba por allí.
La ruta que habíamos planeado consistía en andar 3 kilómetros para ver una cascada preciosa, comer e irnos a bañarnos a unas piscinas naturales.
La caminata para la cascada, un paseito, al final se nos hizo un poco pesado porque íbamos en chanclas y como comprenderéis pues nos es el calzado más adecuado. Sergio en el fragor de la batalla rompió una chancla y aunque hice todo lo posible para remendarla, el apaño no aguantó mucho. Las fotos de la cascada nos las tendrán que pasar ya que la cámara ya había muerto. Tardamos Óscar, Sergio, Alberto y yo muy poco en subir pero el descenso se hizo bastante pesado ya que Carmela, la profesora que nos acompañaba, estaba bastante cansada y fuimos acompañándola poco a poco a bajar, realizando muchas paradas para que se hidratase. Comimos en las piscinas naturales, bueno, comieron porque no podíamos pagar con tarjeta y los fondos eran escasísimos bueno exactamente 13 córdobas para comprar unas galletitas. Lo cierto es que otro día el canibalismo abría aparecido pero desayunamos como nunca y no teníamos mucha hambre. Hay que decir también que la cena fue de escándalo, nos habíamos saltado una comida y había que recuperarla. Hoy hemos salido del hotel a las 05,15 de la mañana y el viaje inverso ha ido mucho más fluido y hemos llegado a Managua como ya saben nuestros padres, a 9 de la mañana. Hemos pasado la mañana por un centro comercial que la verdad no nos ha seducid mucho hemos visto la palabra rebajas y nos hemos emocionado pero...no ha valido mucho la pena. Por la tarde Sergio que es el que más ha acusado los síntomas de la noche se ha quedado durmiendo. Óscar y yo nos hemos ido a enganchar con el portátil a Casa del Protocolo y cuando nos hemos cansado hemos ido a comprar al supermercado para cenar dos o tres días en las residencia. Fruta, verduras y cuatro cosas más.
De esta semana que os puedo contar, que ha sido una semana bastante relajada en cuanto a horas trabajadas pero muy intensa en cuanto a actividades tanto diurnas como nocturnas. Nuestros amigos del Salvador nos acompañaron también esta semana y nosotros como anfitriones preparamos actividades por los proyectos y colegios para que conocieran el contexto en cual nos estábamos moviendo por León.
Primero conocimos el lugar de trabajo de Óscar y lo hicimos realizando unos talleres y una serie de juegos que la verdad es que les encantaron y a nosotros también.
Por la noche fuimos a un cumpleaños al que había que acudir disfrazado. Cada uno lo hizo de lo que más le gusta. Yo como no, de payaso y esta pareja de mujeres, todo un gusto para los sentidos. La siguiente actividad me tocó organizarla a mi.
Yo la preparé con la coordinadora y salió sobre ruedas. Era un encuentro con alumnos de la universidad de magisterio de aquí y se trataba de charlar de una forma distendida mediante dinámicas de cómo está la educación en los dos países así. Nos llamó la atención sobre todo que aquí a los 16-17 años ya comienzan a ejercer como docentes y el puesto se consigue por influencias , regalando unas cuantas gallinas y tocinos, a la vieja usanza. La siguiente actividad la programó Sergio y consistió en una gymkhana que también salió a la perfección y disfrutamos de lo lindo. Lo único malo que hacía una calor extrema. Las actividades fueron programadas por parejas, a Óscar le ayudó Helena y Daiana, a Sergio Sandra y a mi Belén aunque me dejó un poquito solo en la exposición en público. Los salvadoreños se integraron muy bien tanto en las actividades como en la noche ya que fuimos unos anfitriones cinco estrellas.
Una noche que fuimos a cenar me hicieron soplar las velas que me debían y los regalos correspondientes, camiseta y chanclas de rigor. Me hizo muchas ilusión y casi me emocioné y todo con el cumpleaños feliz. Me acordé mucho de Javi y de Paola que el año pasado también me hicieron pasar un cumpleaños muy bonito. Si el año pasado llegué a Francia y este año lo celebro en Nicaragua. ¿Dónde lo celebraré el año que viene? Espero que sea en compañía de muchos de vosotros.
En fin, una semana más y una semana menos, voy a dejar en manos de esta pareja que mañana suban el texto al Blog y elijan las fotos que quieran.
Un beso y un abrazo muy fuerte para todos.
Miguel.